Los betabloqueantes son una clase de medicamentos utilizados habitualmente para controlar la hipertensión arterial, disminuir la frecuencia cardíaca y tratar diversas afecciones cardíacas. Actúan bloqueando los efectos de la hormona epinefrina, también conocida como adrenalina, que ayuda a controlar la frecuencia cardiaca y la tensión arterial.
La epinefrina es una hormona que contrae los vasos sanguíneos y hace que el corazón bombee sangre con más fuerza.
Al bloquear los receptores afectados por la epinefrina, los betabloqueantes ayudan a reducir la presión arterial y la frecuencia cardíaca, proporcionando alivio a las personas con hipertensión y problemas relacionados con el corazón.
Los betabloqueantes se han asociado a la disfunción eréctil (DE) como efecto secundario ocasional. La DE se produce cuando se reduce el flujo sanguíneo al pene, lo que dificulta lograr o mantener una erección. Dado que los betabloqueantes pueden disminuir el flujo sanguíneo en el cuerpo, pueden contribuir a la disfunción eréctil en algunos individuos.
Un estudio publicado en el European Heart Journal descubrió que la incidencia de disfunción eréctil llegaba al 31,2% en pacientes que conocían los posibles efectos secundarios de los betabloqueantes. Esto sugiere que el uso de betabloqueantes puede estar relacionado con un mayor riesgo de desarrollar disfunción eréctil.
El nebivolol es un betabloqueante con propiedades vasodilatadoras, lo que lo convierte en una opción recomendada para los pacientes preocupados por la disfunción eréctil. Tiene un riesgo menor de provocar disfunción eréctil en comparación con otros betabloqueantes, como el carvedilol, que se considera que tiene un efecto adverso de clase sobre la función eréctil.
Las propiedades vasodilatadoras del nebivolol están mediadas por la liberación endotelial de óxido nítrico, una molécula que facilita la erección del pene. Por lo tanto, el nebivolol puede ofrecer una ventaja sobre otros betabloqueantes para los pacientes con hipertensión y DE, ya que puede ayudar a controlar la hipertensión arterial sin exacerbar la disfunción eréctil.
Si una persona sospecha que su disfunción eréctil está causada por los betabloqueantes, debe consultar a su médico sobre la posibilidad de cambiar a nebivolol u otro medicamento con menor riesgo de disfunción eréctil. En algunos casos, los médicos también pueden recomendar añadir medicación para tratar directamente la disfunción eréctil, como el sildenafilo (Viagra), que puede tomarse junto con los betabloqueantes sin interacciones significativas.
Los pacientes que sufren disfunción eréctil como consecuencia de la toma de betabloqueantes pueden necesitar tratamientos adicionales para controlar este efecto secundario. Las opciones incluyen medicamentos como el sildenafilo (Viagra) y otros tratamientos específicamente diseñados para tratar la disfunción eréctil. Los pacientes deben comentar sus opciones con su médico para determinar el tratamiento más adecuado.
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